Estos días en el curso de inglés en Midlands, nuestros #scholers han disfrutado de aventuras y aprendizajes como una competición de fotos en el pueblo, minigolf, láser game, bolera, Disco Night, Pijama Day, juegos al aire libre, compras, hinchables gigantes y fiesta de pijamas, un taller de primeros auxilios y tiempo con sus familias anfitrionas. Han visitado la impresionante Kylemore Abbey y la playa de Connemara, y han explorado Dun na Sí, un parque cultural donde aprendieron sobre las tradiciones irlandesas. Y cerraron la semana con una emocionante excursión a Dublín, visitando el Museo Nacional y los lugares más emblemáticos de la ciudad.

Tras varios días intensos llenos de clases, excursiones y actividades culturales, el jueves continuamos con una jornada especialmente divertida y competitiva. Por la tarde organizamos una competición de fotos por equipos. Cada grupo tenía que encontrar lugares emblemáticos del pueblo y recrear escenas creativas: desde estatuas humanas hasta poses locas delante de murales o escaparates típicos. Más tarde fuimos a jugar al minigolf, donde, como siempre, el objetivo era divertirse más que ganar (aunque algunos se tomaron muy en serio los hoyos en uno). Para acabar el día con aún más emoción, jugamos al láser game. Fue una de las actividades favoritas del grupo: se formaron alianzas, estrategias y muchas risas.

El viernes por la mañana celebramos el tan esperado Pijama Day. Los alumnos vinieron a clase con sus pijamas más cómodos y originales. Algunos incluso llevaban chanclas e incluso pijamas a juego. Por la tarde disfrutamos de juegos de equipo al aire libre, como el popular juego en el que cada participante tira de una parte de una cuerda: la risa estaba asegurada al ver cómo todos trataban de mantener el equilibrio sin soltarse. También hicimos otros juegos cooperativos, trabajando la comunicación y el compañerismo. Fue una forma muy bonita de cerrar la semana académica con energía positiva.

El sábado hicimos una excursión inolvidable. Visitamos la Kylemore Abbey, un lugar mágico situado entre las montañas y un lago que parece sacado de un cuento. Los alumnos quedaron impresionados al conocer la historia del lugar, durante un tiempo, la abadía fue un internado de monjas benedictinas donde se enseñaban artes cómo la música y el bordado. Después de la visita, fuimos a la playa de Connemara, donde algunos se atrevieron a mojarse los pies y otros simplemente se relajaron recogiendo conchas o jugando en la arena.

El domingo fue el día de la familia, una jornada libre para que los alumnos compartieran tiempo con sus host families. Muchos aprovecharon para descansar, ir de compras, hacer alguna actividad local o simplemente pasar tiempo charlando con las familias que tan bien los están acogiendo. Al volver por la noche, se notaba que habían disfrutado mucho del día. El lunes por la tarde hicimos deportes al aire libre y un taller de primeros auxilios. Aprendieron lo básico sobre cómo actuar si alguien se hace daño y también aprovecharon para moverse un poco y jugar en equipo.

El martes fuimos a la bolera. Lo pasaron genial compitiendo entre ellos; algunos demostraron tener buena puntería y otros lo compensaron con muchas risas. Esa misma noche, de 8 a 10, tuvimos nuestra tradicional disco night. Música, baile y muy buen ambiente para cerrar el día con energía.

El miércoles visitamos Dun na Sí, un parque cultural donde aprendieron sobre las tradiciones irlandesas. Vieron casas antiguas, animales, música típica e incluso alguna que otra historia local. Fue una actividad muy tranquila y diferente, y gustó mucho.

Al día siguiente, por la tarde hicimos primero deportes (juegos en equipo, carreras, retos…) hasta las 5, y después disfrutaron de una tarde de compras en el centro comercial local. Tuvieron tiempo para mirar tiendas, comprar algún recuerdo, merendar algo y relajarse un poco.

El viernes fue uno de los días más esperados: hinchables gigantes y fiesta de pijamas. Hubo saltos, juegos, retos por equipos y, después, una tarde más tranquila para estar juntos, reírse y compartir. Fue un cierre de semana muy divertido.

Para finaliza la semana, el sábado hicimos una excursión a Dublín. Pasearon por el centro, visitaron el Museo Nacional y vieron algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. También tuvieron un rato libre para moverse en grupos pequeños y explorar un poco por su cuenta.

El domingo cada uno pasó el día con su familia anfitriona. Algunos salieron a dar un paseo, otros se quedaron en casa descansando. Fue una jornada tranquila, perfecta para practicar inglés en un ambiente más familiar. El grupo está muy bien, se llevan genial entre ellos, cada vez se sueltan más con el idioma y están aprovechando al máximo cada día. ¡Vamos a por la última semana!